De las corrientes artísticas del siglo XIX, destaca el Impresionismo, que nació en Francia en torno al año 1870 con la intención de plasmar la primera impresión que nos queda de la realidad después de una observación rápida.
Los cuadros están confeccionados con pinceladas rápidas. El pintor no mezcla colores en la paleta, si no que es el observador del cuadro quien con su pupila mezcla esas pinceladas para obtener el color. El ímpetu y la rapidez en la pintura reflejan los cambios vertiginosos de la época industrial: innovaciones tecnológicas, transformaciones sociales...
Las figuras más destacadas del Impresionismo fueron Monet, Degas, Renoir, Pisarro y Sisley.
Posteriormente, después de que el Impresionismo arraigara con fuerza en Francia alrededor de 1880, comenzó a extenderse por otros países europeos, siendo revisado por otros artistas que tomaron el Impresionismo como punto de partida para llegar a evoluciones artísticas más personales. Las figuras más destacadas de este Postimpresionismo fueron Cézanne, Toulouse-Lautrec, Gaugin y Van Gogh.
Monet, Los Nenúfares.
Degas, Las Bailarinas
Renoir, Le Bal au Moulin de la Galette
Pisarro, El jardín de Pontoise
Sisley,Inundación en Port-Marly
Cézanne, Los jugadores de naípes
Toulouse-Lautrec, Salón de la rue des Moulins
Gaugin, Los Alyscamps
Van Gogh, Jarro con doce girasoles
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