viernes, 29 de enero de 2010
José de Espronceda, Canción del pirata
Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar riela
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Istambul:
Navega, velero mío
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones a mis pies.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Allá; muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí; tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pechos mi valor.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
A la voz de "¡barco viene!"
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
solo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgare de alguna antena,
quizá; en su propio navío
Y si caigo
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
COMENTARIO:
José de Espronceda nos narra en este poema la libertad,
lunes, 25 de enero de 2010
Actividades
1.Subraya los verbos de las siguientes oraciones y di si son simples o compuestas. Indica el número de oraciones que hay dentro de cada una de ellas:
- Al atardecer hubo una gran tormenta y llovió mucho. Compuesta.
- Llegaron agotados, pero siguieron caminando. Compuesta.
- Se ocultó entre los árboles, esperó y entró en la casa. Compuesta.
- Ayer compramos varias películas y un vídeo. Simple.
- Me gusta tu vestido, es muy original. Simple.
- O colaboras o te vas. Compuesta.
- Vinieron a verme mis tíos y mis primos. Simple.
- ¿Quieres un café o te traigo un zumo?. Compuesta.
- El domingo iré a León y visitaré la catedral.
- No vino a mi fiesta y no se disculpó.
- Este invierno llovió mucho e hizo mucho frío.
- Ni sabe hacerlo ni quiere aprender.
- No dispongo de tiempo libre y ni me apetece asistir.
- Es muy decidido y tiene las ideas muy claras.
- He leído un libro y he escrito tres poemas.
- ¿Vienes o te quedas?
- Se matriculará en la Universidad y se pondrá a trabajar.
- Llámame o escríbeme.
- Es un mentiroso y quiere tomarme el pelo.
- Es muy inteligente, pero a la vez un ingenuo.
- Yo le di muchos consejos, mas no se quedó con ninguno.
- La casa es muy bonita, pero busco una más grande.
- Quiere ganar mucho dinero, pero tiene que trabajar duro.
- No me llames tanto por teléfono, sino ya verás que factura.
- Se está bien aquí, pero los perros sobran.
- Es un violinista, o sea, que se le da bien la música.
- Nunca quiere ceder, es decir, que siempre hay que hacer lo que ella dice.
- Es un animal omnívoro, esto es, un animal que como de todo.
- Mi hermano tiene hidrofobia, o sea, que nada de piscina.
- Se subió al primer tren que vio pasar y dejó volar su imaginación. Estaba relajada y casi no pensaba en nada; pero enseguida el revisor la devolvió a la realidad. ¡No tenía billete! Así que apearse y pagar un recargo. No la atraía ni una idea ni otra; mas tenía que tomar una decisión, pero, además, enseguida.
- La noche estaba cayendo y no habíamos encontrado ningún refugio ni cabaña de pastores, reinaba un gran silencio. COORDINADA COPULATIVA
- Empezábamos a sentir miedo y frío; pero de repente vimos una luz a lo lejos y echamos a correr hacia ella. COORDINADA COPULATIVA (1ª); COORDINADA ADVERSATIVA (2ª) y COORDINADA COPULATIVA (3ª)
- Era el fuego ante el que se calentaban unos fugitivos.
- No nos parecían de fiar; pero había que elegir: o nos quedábamos allí a pasar la noche o nos arriesgábamos a perdernos en la oscuridad. (1ª) COORDINADA ADVERSATIVA; (2ª) COORDINADA DISYUNTIVA; (3ª) COORDINADA DISYUNTIVA.
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